El Desierto.
Entrando a Perú por Tumbes
en el norte y mientras descendía por toda la costa, fui percibiendo un cambio total
del ecosistema, un mar de arena, el aire caliente que casi te quema, viajando
en un bus de esos viejos con las ventanas totalmente abiertas, el bamboleo de
sus cortinas al aire y la gente dormida con sus frentes empapadas en sudor;
totalmente aislados sobre una autopista infinita que se desvanecía entre los
espejismos de uno de los desiertos más áridos del mundo.
Desierto
Peruano.
Asombrado veía como en un
territorio tan hostil aparecía una pequeña ramada con techo y paredes de paja,
alguna cabra y un viejo con la mirada perdida en el horizonte y como en una
acuarela, fundidos entre arenas, sombras y siluetas.
Los últimos rayos de sol, tiñen de naranja el sofocante desierto
peruano.
En el norte de Perú, en pleno desierto un pequeño
estanque de agua contaminada.
El origen de este calcinante
desierto es debido a varios factores
climáticos y geológicos: en primer lugar los grandes sistemas estables
de alta presión, conocidos como anticiclones del Pacífico, se mantienen junto a la costa, creando
vientos alisios hacia el interior del continente que desplazan las tormentas; Por
otra parte, la corriente de
Humboldt transporta
agua fría desde la Antártida hacia el norte a lo largo
de la costa chilena y peruana, agua que enfría las brisas marinas del oeste,
reduce la evaporación y crea una inversión térmica, impidiendo
la formación de nubes grandes, productoras de lluvias.
En las playas de Huanchaco, las nubes encendidas y
con el golpe de las olas, una imagen subreal.
Los pelicanos y aves de regata, esperan atentos los
desperdicios arrojados por la flota pesquera de Mancora, al norte.
El último factor que
contribuye a la formación del desierto es la cordillera de los Andes, que forma
una barrera que impide el ingreso de las tormentas cargadas de humedad
provenientes de la cuenca amazónica.
Por la ruta Panamericana, atravesando el desierto
Peruano.
Los barrios periféricos de Trujillo, enclavados entre las arenas de desierto.
Mientras pasaba por las ciudades de Piura, Chiclayo y Trujillo empecé a comprender un poco esa dinámica caótica y alborotada de la ciudad en medio del desierto, su gente lleva en su rostro la marca del clima y su territorio, se siente la pobreza, pero también la fuerza por sobreponerse y salir a delante; A pesar del árido entorno, la pesca es abundante y los pocos ríos que desde los andes vierten sus aguas al mar, permiten que de forma casi mágica aparezcan pequeños valles agrícolas tapizados de verde.
Los muy populares mototaxi, son uno de los principales medios de
transporte, en toda la costa peruana.
En
un pequeño caserío en medio del desierto, el ritmo lento y cotidiano.
Ruinas de Chan Chan.
En cercanías a Trujillo,
en un pintoresco poblado costero llamado Huanchaco fue mi primera parada, pues
en sus cercanías se encontraba la ciudad de barro más grande del mundo, unas fascinantes
ruinas de la cultura Chimú, declaradas por la unesco en 1986 como patrimonio cultural
de la humanidad y conocidas con el nombre de Chan Chan.
En un tradicional caballito de totora, un pescador
evitando ser volcado, monta una ola al estilo antiguo, heredado de la cultura Chan Chan.
Embarcaciones
tradicionales de los pescadores de Huanchaco llamadas, Caballitos de totora.
Cuenta la leyenda que vino
del mar, no se sabe de dónde, en una flota de balsas, con toda su corte y
guerreros, llegó a la costa norte de lo que hoy es el Perú, en el valle de
Moche y fundó un reino. Su nombre era Tacaynamo y fue el primer soberano de
Chan Chan, la ciudad más importante de Chimú. Según el documento "Historia
Anónima" escrita en 1604 por algún cronista español, que narra la
fundación de Chan Chan y del reino de Chimor.
Monumento a los caballitos de totora, contrasta con
las embarcaciones reales
que hasta hoy, son usados por los pescadores
tradicionales de Huanchaco.
Atardecer en las playas de Huanchaco.
Según los Arqueólogos, tras
la conquista Inca encabezada por Huayna Cápac, Chan Chan en un tiempo rival de
Cusco, fue saqueada y destruida en el año 1470, se dice que contaban con una enorme riqueza en oro y plata y
cuando llegó Pizarro (1532) esta ciudad era sólo un pálido reflejo de su viejo
esplendor, habitado por pocas personas de escasa importancia política y
económica.
Decorado
interior de las ruinas de Chan Chan.
Peces como símbolo de abundancia decoran el zócalo
interior de las ruinas de Chan
Chan.
Ahora son, imponentes ruinas que se yerguen entre el desierto y el mar, como vestigios de una muy aguerrida y enigmática civilización.
Calle interior de la ciudad antigua de Chan Chan.
Cordillera Blanca.
Después de dejar a tras
el vasto desierto Peruano, me dirigí hacia Huaraz, una pequeña ciudad enclavada
en el corazón de los andes por donde se accede a las monumentales cumbres de
Cordillera Blanca. Los deportes de aventura, en especial el trekking, el
andinismo y la escalada, son por excelencia las actividades que mayor número de
turistas atraen a esta región.
Paso de Yanashallash.
Por el sentido de mi
viaje, decidí emprender una aventura más por el camino pre-incaico llamado
Olleros – Chavín, el cual atraviesa perpendicularmente la cordillera Blanca y
llega a su cota máxima en el paso de Yanashallash a 4.700 msnm, pasando entre
los majestuosos glaciares de los picos Uruashraju 5722m, Rurec
5700m, Huantsán 6395m y el Yanamarey 5237m. Para llegar finalmente a las
legendarias ruinas de Chavín de Huantar, cultura mística y de gran importancia
artística y religiosa, pues en ciertas fechas, se congregaba distintos pueblos con fines ceremoniales y de adoración
principalmente.
Camino preincaico Chavin de
Huantar.
Las sociedades preincaicas, tenían una red de senderos de a pie (culuncos) que enlazaban todo el territorio, por esto, el sistema vial andino no fue una obra exclusiva de los incas, Sobre estas huellas y con un mayor conocimiento técnico, estos construyeron los caminos como parte de la infraestructura militar, y luego los utilizaron para consolidar el poder político y administrativo en las cuatro regiones del Tahuantinsuyo.
Cumbres de roca.
El primer día, Salí a las 6:00 Am de Huraz hasta un pequeño caserío llamado Olleros desde donde inicie mi camino, después de unos minutos me encontré a un niño que caminaba en la misma dirección y después de compartir unas palabras se ofreció a acompañarme hasta un poco más adelante donde me dio indicaciones y ánimo para el camino. Unas horas después me encontré a una mujer que amarraba un burro y le Pregunte por el camino Chavín, amablemente, me respondió que en unos minutos saldría hacia un pequeño valle llamado Sacracancha, por donde yo tendría que pasar en mi travesía. Lo curioso era que mientras yo llevaba mi gran maleta y unas botas de montaña, ella caminaba con un bebe a su espalda y unas inseguras chanclas de plástico, esta mujer fue la mejor guía que tuve en esta travesía, pero después de unas horas de caminar a su ritmo y encontrarme totalmente extenuado, tuve que agradecerle por la ayuda y dejarla continuar sola mientras me acostumbraba a la altura.
Maravillado por la
imponencia de este lugar, cumbres nevadas enclavadas entre el cielos de azul profundo,
y por todo el camino rocas de tamaño colosal, algunas retorcidas como si algún
gigante hubiera jugado con ellas,
mostrando todo ese poder cataclismico del interior de la tierra, sus fuerzas y
manifestaciones.
Recuerdo muy bien el
momento en que llegue al paso Yanashallash a 4.700 msnm. Pues en el momento que divise la cara opuesta
de la cordillera, deslizándose suave e imponente, el cóndor de los andes;
después de unas maniobras entre picos de hielo y roca desapareció entre la
bruma, dejándome una profunda sensación de inmensidad. Creo que fue una
combinación de factores, un sentimiento de plenitud absoluto y el sueño de ver
estos gigantes al amanecer, me hicieron tomar la determinación de acampar entre
las más grandes cumbres nevadas que jamás había visto en mi vida.
Realmente no sé qué tan
inteligente fue mi decisión, pero 3 horas después de mi llegada, la carpa y
todo el entorno estaba tapizado por una gruesa capa de nieve y a pesar de que
aún faltaban un par de horas para el ocaso, la neblina impedía la visibilidad y
moverme en esas condiciones en un lugar totalmente desconocido, podría ser
fatal. Después de unos minutos de reflexión y de evaluar la difícil situación
en la que me encontraba, en total incertidumbre
pero con la determinación de un guerrero, empecé a prepararme para la más dura
y fría noche de toda mi vida.
No estoy seguro si pude
dormir realmente pues toda la noche la pase moviéndome continuamente, untándome
crema caliente y calentando agua que en termos, metía dentro del sleeping; mi
más grande felicidad fue cuando vi los primeros rayo de sol, había pasado está
muy dura prueba, ahora solo quería llegar a Chavín de Huantar donde me esperaba
una deliciosa comida, una ducha con agua caliente y una cómoda cama, el
problema era que aún estaba a mitad de camino.
Mi último día de camino
fue de muchos contrastes pues mientras descendía empecé a encontrar unas
pequeñas chositas dispersas, pero nuca vi a persona alguna, solo los perros
guardianes que desde lo lejos salían a mi encuentro, y no era precisamente a saludarme; Finalmente
encontré a una mujer que hilaba una enorme mota de lana roja sentada sobre una
roca y después de preguntarle por la ruta hacia las ruinas de chavín, me
contesto en quechua de forma ofuscada, y sin entender absolutamente nada y más
bien deduciendo por su tono hostil, comprendí que no era bienvenido y continúe
mi camino, unos minutos más tarde encontré una niña que cuidaba unas ovejas y
tras mi pregunta respondió, no español, no español, seguidamente saque unos
caramelos de mi maleta para lo cual no necesitaba traducción y alegremente se
acercó a recibir los dulces, finalmente con su mano me indico un camino
diciendo Chavín de Huantar, Chavín de Huantar.
Ruinas Chavín de Huantar.
Los monumentos de Chavín están situados en las
faldas orientales de la cordillera Blanca a 3185 metros de altitud,
la magnificencia y majestad de Chavín es tal que su construcción era asignada a
una «raza de gigantes» y no a hombres comunes. Registra esta explicación mítica
Pedro Cieza de León (1553), al describir lo que ya en su tiempo eran ruina abandonada por el hombre.
Chavín está constituido por diversos edificios
piramidales, plazas que se asientan sobre una ladera aterrazada, portadas y
escalinatas. Las construcciones piramidales albergan una red de pasajes y
cámaras interiores, que en algunos casos aparecen superpuestos, historia y
misterio que albergan estos recónditos vestigios, donde el visitante se
sumergen entre el mágico mundo de un pueblo antiguo e increíblemente
espiritual.
Cuando el cronista Vázquez de Espinosa visitó este
sitio en 1616,para entonces ya ruinas de Chavín, los provincianos le informaron
que en tiempos remotos, había sido un centro de culto y romería. Es por eso que
concluye comparándolo con Roma o Jerusalén. Del mismo modo, Tello insistía en
el carácter sagrado del templo de
Chavín.
Una característica particular está conformada por
las piedras retratadas con figuras míticas en alto y bajo relieve, en su
mayoría éstas, enchapaban los muros y decoraban los edificios y una de las
plazas hundidas en el centro de este centro ceremonial; piedras esculpidas en
forma de cabezas de fiera expresión iban empotradas en lo alto de los muros. En
los pasajes interiores, reina penumbra total y perpetua a no ser por los haces
de luz que penetran por los ductos o respiraderos, los cuales comunican con el
exterior y renuevan el aire constantemente. Acaso por estos ductos se
escuchaban las voces del oráculo de Chavín al que se refieren escritores
tempranos.
Luz y oscuridad, día y noche, eran factores
simbólicos representados en la arquitectura de Chavín. Y no sólo mediante sus
espacios arquitectónicos dedicados al mundo exterior y al mundo interior o
subterráneo, sino también en su iconografía donde se ve plasmada en los muchos
monolitos que parece estar regida por las polaridades, si se considera que los seres
sobrenaturales representados exhiben atributos de aves de rapiña y de felinos,
que por su naturaleza, están vinculados al día y a la noche y respectivamente
al varón y a la hembra.
La divinidad más representada por el pueblo Chavín,
fue la de un ser híbrido, mitad hombre con boca atigrada y mitad ave de
rapiña, podría ser la encarnación tardía
del Felino Volador, Illapa, el ser
sobrenatural controlador de los fenómenos meteorológicos en los tiempos del
Incaico; El mito de Qhoa, todavía vigente, señala que al irrumpir las
tempestades un felino se desplaza por las nubes.


Una hipótesis interpretativa de lo figurado en este monolito (1968). Como lo sugiere el dibujo en que tratamos de presentar al personaje de perfil, la estela Raimondi figuraría a un ser sobrenatural de contornos humanos con boca atigrada y atributos ornitomorfos varios garras en pies y manos, y probablemente alas con plumaje estilizado reducidas en un solo cuerpo al ser representadas de frente y en espacio alargado; irían expuestas, por lo tanto, encima de la cabeza, con el fin de poder ser visualizadas.
Incorporando elementos simbólicos en figuras de seres con atributos humanos y zoomorfos. El motivo iconográfico Chavín es la boca atigrada, representada con insistencia desmesurada tanto en monolitos y cerámicas como en objetos elaborados en diversos materiales. A este ser sobrenatural del panteón Chavín se le conoce como piscoruna-pumapasimin, (hombre-ave con boca atigrada).
Las culturas son como los hombres. Envejecen y
mueren. Y eso pasó con las que había en el valle del Santa y que, al parecer,
habían perdido todo su empuje arrollador cuando el imperio de los incas llegó a
esa zona. Eran los tiempos de conquista de Capac Yupanqui, no fueron fáciles.
Muchos pueblos del de los Andes ofrecieron aguerrida resistencia. Según los
estudios arqueológicos, algunos pueblos que no quisieron someterse al imperio
incaico prefirieron emigrar en masa; En ese éxodo se encontraría el origen de
algunas tribus selváticas. Se supone que los incas introdujeron el culto al
sol, pues anteriormente se tributaba veneración a otros dioses, animales o cuerpos
celestes que aparecían en la noche y en los cuales se encontraban toda su
historia y mitología.
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